Las Religiosas Filipenses nos abren las puertas de su casa en un albergue superior del Camino de Santiago.
Disponen de huerta y granja, de la que obtienen los productos de sus cocinas, obteniendo así una cocina casera deliciosa. Las habitaciones disponen de camas individuales (no literas) para un mejor descanso.
Además, los peregrinos que deseen rezar pueden hacerlo con la Comunidad.
Precio exclusivo para peregrinos del Camino de Santiago acreditados.